Hª y Literatura: 2 de mayo

HISTORIA Y LITERATURA II: EL 19 DE MARZO Y EL 2 DE MAYO

Seguimos hablando de guerras. Y en primera persona. En esta ocasión también es un joven que narra su terrible experiencia en el enfrentamiento entre las tropas de Napoleón y el pueblo de Madrid en la Puerta del Sol el 2 de mayo de 1808.

La novela es el tercero de los títulos de la Primera Serie de los Episodios Nacionales. Los Episodios constan de cuatro series y una serie final que componen en total 46 novelas. En ellas, Benito Pérez Galdós, nos presenta los acontecimientos bélicos, las inquietudes políticas, la vida cotidiana, las reacciones espirituales y psicológicas de toda una centuria.

Ese 2 de mayo de 1808, es recogido por la  mirada artística de Francisco de Goya y como una ilustración a las palabras de Galdós podemos contemplar su obra : El dos de mayo de 1808, o la lucha de los mamelucos, pintado en 1814


EL 19 DE MARZO Y EL 2 DE MAYO
BENITO PÉREZ GALDÓS

“Llegar los cuerpos de ejército a la Puerta del Sol y comenzar el ataque, fueron sucesos ocurridos en un mismo instante. Yo creo que los franceses, a pesar de su superioridad numérica y material, estaban más aturdidos que los españoles; así es que en vez de comenzar poniendo en juego la caballería, hicieron uso de la metralla desde los primeros momentos.
            La lucha, mejor dicho, la carnicería era espantosa en la puerta del Sol. Cuando cesó el fuego y comenzaron a funcionar los caballos, la guardia polaca, llamada noble, y los famosos mamelucos cayeron a sablazos sobre el pueblo, siendo los ocupadores de la calle Mayor los que alcanzamos la peor parte, porque por uno y otro flanco nos atacaban los feroces jinetes. El peligro no me impedía observar quién estaba en torno mío, y así puedo decir que sostenían mi valor vacilante, además de la Primorosa, un señor grave y bien vestido que parecía aristócrata, y dos honradísimos tenderos de la misma calle, a quienes yo de antiguo conocía.
            Teníamos a mano izquierda el callejón de la Duda, como sitio estratégico que nos sirviera de parapeto y de camino para la fuga, y desde allí el señor noble y yo dirigíamos nuestros tiros a los primeros mamelucos que aparecieron en la calle. Debo advertir que los tiradores formábamos una especie de retaguardia o reserva, porque los verdaderos y más aguerridos combatientes era los que luchaban a arma blanca entre la caballería. También de los balcones salían muchos tiros de pistola y gran número de armas arrojadizas, como tiestos, ladrillos, pucheros, pesas de reloj, etc………

……… ………Ustedes no pueden figurarse cómo eran aquellos combates parciales. Mientras desde las ventanas y desde la calle se les hacia fuego, los manolos los atacaban navaja en mano, y las mujeres clavaban sus dedos en la cabeza del caballo, o saltaban, asiendo por los brazos al jinete. Este recibía auxilio, y al instante acudían dos, tres, diez, veinte, que eran atacados de la misma manera, y se formaba una confusión, una mezcolanza horrible y sangrienta que no se puede pintar.  Los caballos vencían al fin y avanzaban al galope, y cuando la multitud, encontrándose libre, se extendía hacia la Puerta del Sol, una lluvia de metralla le cerraba el paso……..

……………..  Quedé  desarmado en el mismo momento en que una fuerte embestida de los franceses nos hizo recular a la acera de San Felipe el Real. El anciano noble fue herido junto a mí: quise sostenerle; pero deslizándose de mis manos, cayó exclamando: ¡Muera Napoleón¡ ¡ Viva España¡
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HISTORIA Y LITERATURA I: SIN NOVEDAD EN EL FRENTE
La novela que presentamos en esta ocasión, es sin duda, un clásico del siglo XX: “Sin novedad en el frente”, de Erich Maria Remarque. 
La obra muestra los horrores de la guerra desde el punto de vista de un joven soldado.
El libro se publicó por primera vez en Alemania en 1929. En ese mismo año se tradujo ya a 26 idiomas. Hasta hoy han aparecido ediciones en más de 50 idiomas, y las ventas estimadas superan en todo el mundo los 20 millones.
Así mismo tiene dos versiones cinematográficas
 La primera filmación estadounidense fue dirigida por Lewis Milestone en 1930.
En 1979 se realizó una segunda versión dirigida por Delbert Mann.
El autor nos presenta su obra: “Este libro no representa ni una denuncia ni una confesión. Pretende únicamente mostrar una generación que fue destruida por la guerra, aunque escapara a las granadas.”

Veamos……..

“A veces, sin embargo, los peligrosos sentimientos que reprimimos desde hace tiempo estallan de uno u otro modo como calderas recalentadas. Es preciso contar también el fin que tuvo Berger.
            Hace ya tiempo que nuestras trincheras han sido destruidas y nuestro frente es muy elástico, de forma que propiamente ya no hacemos guerra de posiciones. Cuando se han sucedido ofensivas y contraataques, el frente queda destrozado y se combate encarnizadamente de cráter en cráter. La primera fila ha quedado rota, y por todas partes surgen grupos de soldados, en cada agujero hay verdaderos nidos, y desde allí continúa la lucha.
            Nos hallamos en un cráter. Por el flanco avanzan ingleses, que consiguen desplegarse y situarse a nuestra retaguardia. Quedamos rodeados. Es difícil rendirse; la niebla y el humo nos cubren y nadie se daría cuenta de que queremos capitular; quizá no queremos rendirnos. En esos momentos, ni uno mismo sabe lo que quiere. Oímos acercarse las explosiones de las granadas. Nuestra ametralladora dispara contra el semicírculo frontal. El agua del refrigerador se evapora y nos apresuramos a pasarnos el bidón de uno a otro; Orinamos dentro y así volvemos a disponer de refrigerante para seguir disparando…….

El capítulo XII comienza…

“Estamos en otoño. Ya no quedan muchos veteranos entre nosotros. Soy el último de los siete jóvenes de nuestra clase.
            Todos hablan de paz y armisticio. Todos esperan. Si vuelven a desengañarlos, se hundirán. Las esperanzas son demasiado grandes, no las abandonarán sin estallar. Si no llega la paz, llegará la rebelión……
            Si hubiéramos regresado a casa en 1916, el dolor que habíamos experimentado hubiera desatado una tormenta. Pero ahora estamos agotados, deshechos, calcinados, sin raíces y sin esperanza. Ya no podremos encontrar el camino que nos conduzca a nosotros mismos.
            Tampoco nos comprenderá nadie, porque delante de nosotros crece una generación que, a pesar de haber vivido estos años con nosotros, ya tenía hogar y profesión y regresará ahora a sus antiguas ocupaciones, en las que olvidará la guerra; por detrás de nosotros crece otra, tal como éramos nosotros, que nos resultará extraña y nos dejará de lado. Estamos de más incluso para nosotros mismos. Envejeceremos; algunos se adaptarán, otros se resignarán, y la mayoría quedaremos absolutamente desconcertados. Pasarán los años  y, por fin, moriremos.”

¿A qué conflicto bélico hace referencia? ¿En qué frases queda reflejado?

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